Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo. Para doña Cecilia May Ek, la cuarentena decretada en México por la pandemia de covid-19 no existió porque la pobreza, desigualdad y marginación en la que vive la obligó a salir a trabajar todos los días.
Es una mujer de la tercera edad, quien por la necesidad de buscar que comer sale a las calles a trabajar en lo que sea, aún con el riesgo de contraer la mortal enfermedad de covid-19.
"Porque nadie regala nada y las autoridades no dan apoyos", afirma desde la humilde casa que alquila para vivir, en la colonia Leona Vicario, en la cabecera municipal de Felipe Carrillo Puerto.
Entre los vecinos, doña Cecilia es bien conocida por su lucha diaria para conseguir sus alimentos, por sus deseos de salir adelante y ganarle la batalla al hambre y a la pandemia que destruyó economías y núcleos familiares.
"Nunca estuvimos en cuarentena.Todos los días tenemos que salir a las calles por algo de pan, por comida, por trabajo para subsistir y matar el hambre antes que el hambre nos mate a nosotros", dice en tono irónico.
En la realidad, miles de trabajadores humildes que viven al día, nunca permanecieron en cuarentena, pues al no tener alguna fuente de ingresos y tampoco algún tipo de ayuda de las autoridades gubernamentales para asegurar la alimentación en sus hogares, salieron a las calles a realizar trabajos, como lavado de ropa, planchado o limpieza de casas.En la peor de las situaciones han tenido que vender algunas pertenecías.
Doña Cecilia May, asegura que ninguna autoridad le ha dado apoyo, ni siquiera una despensa ha recibido; ahora con la pandemia la situación económica es más difícil y su estado de salud no es bueno.
Ella al no contar con una casa propia tiene que realizar todas estas actividades para tener un ingreso, ya que el arrendador de la casa no le perdona ni un mes de atraso en la renta.
Manifiesta que, al estar en tan grave situación, acudió en diversas ocasiones a las oficinas del ayuntamiento a solicitar un apoyo alimenticio y también de vivienda, pero solo le dieron largas e incluso, la última vez que fue, la agredieron funcionarios menores de dicha dependencia.
Miles de familias pasan por situaciones similares o peores, mientras que el presidente municipal José Esquivel Vargas, está ausente a las grandes necesidades que atraviesan los habitantes de Carrillo Puerto.
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